Relatoría
17:00 a 18:15 | Carola Diez (CDMX) | «En la misma dirección. La lectura uno-a-uno» | Conferencia Magistral | Teatro Marco Antonio Garfias de los Santos del IPBA |
La ponente saluda y agradece al público asistente por las I Jornadas.
Hace mención de Gianni Rodari y su Gramática de la fantasía con la metáfora de la piedra que se lanza al estanque; en alusión a la importancia de la Literatura Infantil y Juvenil en la vida social. Para ello propone compartir la experiencia directa de la lectura que nos evidencie como lectores en común, situados en el mismo asunto.
Entrando en materia, la ponente asegura que su discurso se centrará en tres ideas clave o maneras de hacer:
- “La voz es un texto completo”
Primero lanza al público la cuestión sobre la preponderancia de los cinco sentidos respecto a la lectura, difiere de la idea de que la vista no es el preponderante sino el oído, dado su capacidad para captar la realidad desde el momento de la gestación y el nacimiento del ser humano y según la neurofisiología.
La autora invita a participar al público sobre la capacidad de los fetos para captar sonidos desde el vientre materno: como el latido del corazón o las voces de los familiares. Afirma que la colectividad se establece desde un vínculo lingüístico y que éste se genera dependiendo de la cultura, que incluso varía de especie a especie; para ello ejemplifica con las variantes idiomáticas y las onomatopeyas de los perros en otras culturas. La autora asegura que esto se debe a corrientes de estudio del desarrollo de infantes.
De esta forma la premisa “La voz es un texto completo” es una idea que reiterará a lo largo de su discurso, creyendo que leer con otros va más allá de los clichés paradigmáticos asociados a ese ejercicio.
Como punto climático se propone leer en voz alta una historia, aludiendo a la larga tradición humana de la palabra oral relacionada con la evolución de los primeros homínidos. Sugiere que debe rescatarse la idea de la lectura gratuita (en oposición a la extractivista), es decir, leer solo por leer sin esperar nada a cambio y preconiza la singularidad de la palabra escrita en contraposición a la oral.
Seguidamente analiza tres elementos propuestos por la Escuela Francesa relacionada con las bases de la humanidad: la leche (lo físico), las caricias (lo emocional) y las historias (lo lingüístico).
En este contexto lee el cuento “El hombre sin oreja”, en el que un anciano alcohólico relata el origen de su pérdida, en variadas tramas de tono cómico o inverosímiles: la pierde en un acto circense; en una pelea conyugal; en un accidente doméstico; en un episodio de guerra; en una apuesta de borrachos, etc. en el que parece advertirse la idea de la Verdad según la forma en la que se cuente la historia.
Después propone un interrogatorio a los asistentes que se aleje de la lectura comprensión, con base en una pregunta fundamental: “¿Vieron algo en su mente?”, es decir, la idea es reflexionar sobre las imágenes que nos proponen los textos. La ponente guía la lógica de las imágenes sobre aquello que no se dice explícitamente en el texto.
La autora remata con un ejemplo de su experiencia sobre la observación de una clase y propone que la lectura debe generar un discurso propio sobre lo leído, que no repita el texto escrito, siendo el propósito fundamental de leer juntos.
Asimismo, asegura que el maestro debe ser un buen narrador, independientemente de los contenidos académicos, explica el sentido limítrofe de la lectura en voz alta, entre lo oral y lo escrito.
- “La lectura es platicada”
Con la frase “La lectura es platicada” abre la segunda parte de la charla cuestionando la idea tradicional del lector, como un sujeto pasivo. Para ello propone algunas tesis de su experiencia con niños escolares, como son: la idea de que el ritmo de la lectura puede influir en los espacios de aprendizaje, asegura que debe respetarse el ritmo de los lectores (niños) y respetar las elecciones de textos de los mismos; trae a colación la etimología leyere común a palabras como elegir y leer.
- “Lo pequeño es hermoso”
Con la frase “Lo pequeño es hermoso” apunta la tercera etapa de su ponencia, apoyándose en recurso visuales. Para ello presenta una serie de diapositivas en las que se aprecia a adultos leyendo con infantes, y recomienda los iguiente para generar espacios íntimos de lectura:
- Optimizar el lugar o darle una variante al mobiliario donde leamos.
- Diversificar la oferta de contenidos de nuestro acervo (literario e informativo).
- Horizontalizar la posición (real y metafórica) del adulto y el niño respecto al texto.
- Lo que miramos juntos se vuelve nuestro, pero respetando las diferencias.
- Cita a Saint Exupery, Pennac, Piaget y su concepto psicopedagógico ‘atención conjunta’ de la triangulación entre el mediador, el niño y el contexto.
- Leer uno-a-uno para llegar a la lectura autónoma; como forma de preparación del individuo para enfrentarse al mundo. La pregunta es compartida.
- Salir al encuentro de usuarios, alejándonos de los prejuicios que nos impiden generar neolectores.
- Facilitar la intimidad, aun en contra de la simultaneidad de situaciones contextuales adversas.
- Mediar en situaciones críticas, los estereotipos de género que presumiblemente alejan a los varones de la lectura.
- Facilitar el contacto directo de los niños con el libro como objeto.
- Dar autonomía a los lectores y que el mediador no sea siempre el centro.
- Generar encuentros en un entorno de abundancia: más libros que lectores.
- Valorar el patrimonio colectivo.
- Implementar la función bibliotecaria (no necesariamente referida a esa institución) como acercamiento para que se elijan libremente las lecturas. El ideal es encontrar lectores que consideren a la lectura como algo fundamental, que puedan acceder de forma autónoma y solitaria, ya sin la necesidad de mediar.
- Elegir libros que nos hagan sentir, pensar y trabajar más puntualmente en la selección de textos.
Finalmente agradece su participación y da al público su correo electrónico para contactos: manus.catarinas@ gmail.com
Por José Manuel Alvarado (mayo de 2019)